Colección: A&L

Un cigarro normal podrá venir con todos los añadidos que quieras, pero a la larga seguirá oliendo a tabaco. ¿Para qué entonces seguir fumando, cuando el cigarrillo electrónico nos aporta más variedad? Además de ser más sano, hay infinidad de aromas de vapeo distintos y originales que pueden hacer de nuestras caladas una experiencia única.

¿Cuántos aromas de vapeo existen?

Infinitos. Todos los días se inventa uno nuevo. Como sabes, el aroma de vapeo es un componente del e-líquido que se le añade al propilenglicol (PG), la glicerina vegetal (VG) y la nicotina (si la hay). Al ser pura química (química pero sana) las posibilidades son ilimitadas.

En el mercado, actualmente, podemos encontrar aromas para vapear de todo tipo: frutales, dulces, mentoladas, etc. Algunos de los ejemplos más habituales son limón, tabaco, caramelo, vainilla, café en todas sus variantes, donuts, naranja, galleta, melón, oni y menta, entre muchas otras. Pero la diversidad no se queda ahí: es muy común hallar mezclas en las más disímiles proporciones.

¿Qué debemos saber sobre los aromas para vapear?

El aroma para vapear no se puede consumir directamente, sino en mezcla con los demás componentes del e-juice. Lo normal es que esté presente en un 10%, pero hay sus excepciones. Por ejemplo, los aromas de vapeo mentolados suelen venir en un 5%, sobre todo si se trata de menta fuerte. Por otro lado, hay algunos que llegan incluso al 15%. La manera más fácil de saber cuánto hay en tu e-líquido, es mirar la etiqueta del envase. Lo mismo se aplica si compras los aromas para vapear por separado.

Si preparas tus propios líquidos, solo tienes que añadir el aroma en la concentración correcta, y dejarlo macerar por al menos una semana en un lugar oscuro. El tiempo de maceración, no obstante, puede ser mayor en algunos casos si queremos lograr el efecto deseado.